Polifacético, inquieto y muy trabajador. Artista; pintor, escritor y creador de nuevos mundos, como lo define en el prólogo Daniel Laneri. Así es Sergio Scarone Pérez, autor del libro El Viejo Pescador de la Torre. Nacido en Montevideo (Uruguay) el 11 de noviembre de 1957, ya a los doce años daba muestras de sus inquietudes interpretando a la perfección cualquier instrumento de percusión en diferentes grupos musicales, desde ritmos folclóricos hasta el tango, la rumba, el mambo o la samba.
En la década del setenta tuvo que dejar sus estudios secundarios debido a la situación política que vivía su país. Uruguay perdía por primera vez en su historia la democracia y Scarone se unió a la lucha por la defensa de la justicia y por los derechos democráticos disipados desde el Liceo de Colón.
En ese contexto, Sergio Scarone Pérez, después de un año de lucha en la resistencia democrática estudiantil emigra en 1974 a la República Argentina con tan sólo quince años de edad y se establece en Buenos Aires, donde consigue trabajo como ayudante de cocina, para luego llegar a ser cocinero de varios restaurantes de la capital federal.
Sus numerosas inquietudes lo llevaron a interesarse por el análisis, y en el año 1977 ya estaba a cargo de la investigación en el laboratorio de la misma Facultad, en la Cátedra de Nutrición Animal. De esa forma fue elegido por un delegado internacional de la ONU para cursar dos becas de funcionarios, y así regresaría como técnico especializado.
Desilusionado con el resultado, renuncia a la Facultad y regresa en marzo del año 1979 a Buenos Aires para trabajar como obrero de limpieza, cocinero, camarero, y complementando esas actividades profesionales con más de veinte años como conductor, hasta que finalmente emigra a Europa.
Desde el año 2002 reside en Torre del Mar. Allí realizó el curso de monitor deportivo y dedicó gran parte de su vida, sin fines lucrativos, a la educación deportiva de jóvenes y adolescentes, unido a la lucha de la Escuela de Fútbol de Torre del Mar con el lema “Nuestro enemigo, la droga; nuestra arma, el deporte”.
Así comparte su tiempo de trabajo como jardinero, dando clases de percusión en el mismo hotel donde trabajaba y en varios centros turísticos más del municipio.
Aunque su verdadera pasión ha sido siempre la literatura. Edita su primer libro “Poemas de bolsillo, Deseos del Alma”, en los talleres de Industrias Gráficas Grafinova S.L., en Málaga y de ahí se animó a escribir su primera novela: “Venganza de Luz”, de editorial Arte & Parte, de Buenos Aires, textos que fueron traducidos al alemán como “Die lichtvolle Rache” por Petra Linzbach, para la editorial ReDiRoma Verlag.
A estas obras se suman “Paradigmas”, Cuentos y Poemas, y esta última incursión en la narrativa, El Viejo Pescador de la Torre, con la que inicia un nuevo estilo.
Escritor y poeta autodidacta, viene demostrando a los jóvenes con su ejemplo que no hay impedimentos en la vida que puedan frenar una meta cuando la verdadera intención es alcanzarla.
El prólogo de Daniel Laneri.
Hoy, luego de tanta agua bajo el puente, vuelvo a sentir lo mismo con El Viejo Pescador de la Torre; hablo de la alegría de la conmoción, hablo de la fibra sencilla que compone nuestro mundo interior, hablo de las cosas más valiosas que hoy incluso se les niega al sentimiento de los niños nuevos. Hablo de la inocencia y de la pureza, y de lo único legítimo que puede dar al hombre su mayor valor: la ternura.
Este libro puede cumplir la valiosa misión de devolverle a la gente las ganas de soñar, de saber que pueden equivocarse y transformar las tristezas que torpemente nos inventamos a diario en alegrías definitivas. El Viejo Pescador de la Torre es ese aire fresco con el que el mar nos vuelve a la mejor niñez, allí donde sabíamos que todo era posible, sin peros, sin miedos, sin horizontes inalcanzables ni dependencia alguna. Es un libro sobre la mejor de las libertades, acaso la única: aprender a amar para siempre.
Scarone trabaja en la actualidad en lo que se tercia. Capaz de realizar una mudanza o pasar horas sirviendo como camarero en otra época, se siente escritor, artista, creador de nuevos mundos. Es de esas personas que pone amor en cada cosa que hace y por ello Fundación Rincón también se suma como colaborador de esta obra, de esta novela.
